UNA TARDE DE CANTAUTOR




A CÁNTAROS

Tú y yo, muchacha, estamos hechos de nubes
pero, ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover a cántaros.

Estamos amasados con libertad, muchacha,
pero, ¿quién nos ata?
Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio,
preparada tu marcha.

Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover a cántaros.

Ellos seguirán dormidos en sus 
cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la vida y la muerte y la paz.
¿Le pongo diez metros, en cómodos plazos, de felicidad?

Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
que la siesta se acaba y que una lluvia fuerte,
sin bioencimas, claro, limpiará nuestra casa.

Hay que doler de la vida, hasta creer,
que tiene que llover a cántaros. 



Letra y Música: Pablo Guerrero



Fotografía: Frederic Bourret
PARAÍSO AHORA


Tu cabeza está llena de bicicletas blancas
tu corazón un tren desbocado y oscuro,
por tus venas galopan caballos alarmados,
amas el sol y el riesgo, el fuego y el futuro.

Islas hay en el tiempo dónde vivir querrías
y pueblos donde son las tareas comunes.
En la escuela se aprende a manejar cometas
y a vivir que es lo mismo lo mío que lo tuyo.

Y sales a la calle y la ciudad te niega,
y dos y dos son cuatro y mañana hace frío,
y hay una chimenea debajo de tu cama
y alguien dictando normas dentro de tu bolsillo.

Y en la pared escribes tu granada de sueños
tu estallido de nuevos horizontes auroras.
Y tu imaginación, contra la gris costumbre
pide la vida es nuestra, paraíso ahora.

Letra y Música: Pablo Guerrero



Fotografía: Sébastien Boffredo

CUANDO EL FRIO PERSISTE

Quiero hacer contigo lo que la primavera
hace con los cerezos.

Pablo Neruda



Fotografía: Edouard Boubat, Cerisier japonais.
CRONOS



Todo tiene un tiempo, una hora, un minuto, un segundo.
Un instante definitivo para ser.
Cuánto tiempo es necesario para que el brote salga definido de la tierra
y recorra su camino hacia el sol
y se convierta en flor y después en fruto.
Cuánto tiempo para aprender a tocar un instrumento.
Cuánto para calentar una habitación en el inverno.
Cuánto para cocer una olla de garbanzos
y después comérselos a la hora del telediario.
Cuánto hay que esperar en la parada al último tranvía de la noche.
Cuántos años necesita reposar el vino en la barrica de roble.
Cuánto para que un cuerpo envejezca
y las primeras arrugas se definan en las esquinas de la piel.
Cuánto tiempo para construir un puente entre dos orillas
que se miran distanciadas y se aman sin saberlo.
Cuánto para aprender un nuevo idioma.
Cuánto para cocer un pan en el horno con la leña del olivo caído.
Cuantos siglos necesita una ola para esculpir la piedra.
Y dime tú, que cronometras el viento y sus latidos,
que mides el ritmo y cuentas los pulsos invisibles dónde se respira.
Cuánto tiempo es necesario para abrir un corazón.
CORAZÓN CALIENTE






Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
-por encima de todo, ser feliz-
vuelvo a tomar esa resolución.

Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.

Jaime Gil de Biedma




Fotografía: Edouard Boubat
CON LOS POROS ABIERTOS



Porque me duele, me río.
Porque estoy cansado, me despierto.
Porque dudo, investigo.
Porque tengo miedo, me atrevo.
Porque creo, pregunto.

Ilse Bing


Fotografía: Jock Sturges
ABRAZO-RAÍZ



En esta transición de los climas y las almas
abrazarte me cubre de invierno
cuando la primavera grita.




Fotografía: Marc Cito
VAHO




el frío gotea en la oscuridad de la noche
dónde se pierde tu huella humedecida
y las palabras que dejaste un día enredadas
entre las paredes de mi cuarto
caen adelgazadas por el tiempo
y es que el invierno 
lame ahora los contornos de los vidrios
en un azul que ya no es el del verano
y todo parece frágil como la escarcha suspendida
en la noche vernácula
cuando el beso dejó párvulo paso al vapor 
en mi boca



CINEMATECA




F: (...) es un gran poeta, siendo muy joven amó a una mujer y se casaron, al cabo de un tiempo, cuando él estaba en la guerra recibió la noticia de que su mujer había contraído la viruela y estaba deformada, sabido esto, Al-Jumeini dijo: "Me duelen los ojos" y después: "Me he quedado ciego", después de doce años, cuando su mujer murió, él reabrió los ojos.
A: No es posible, para evitarle el dolor a su mujer ¿se hizo pasar por ciego durante doce años?
F: Cada persona es un abismo, da realmente vértigo mirar hacia dentro...

De la película: El Tigre y la Nieve. Roberto Benigni, 2005.


Fotografía: Eva Rubinstein
ENCUENTROS CON UNA PIEL




Los cuerpos se quedaban del lado solitario del amor
como si uno a otro se negasen sin negar el deseo
y en esa negación un nudo más fuerte que ellos mismos
indefinidamente los uniera.

¿Qué sabían los ojos y las manos,
qué sabía la piel, qué retenía un cuerpo
de la respiración del otro, quién hacía nacer
aquella lenta luz inmóvil
como única forma de deseo?

Jose Ángel Valente



Fotografía: Edouard Boubat
AMOR MÁS PODEROSO QUE LA VIDA




La misma calidad que el sol de tu país, 
saliendo entre las nubes: 
alegre y delicado matiz en unas hojas, 
fulgor de un cristal, modulación 
del apagado brillo de la lluvia. 

La misma calidad que tu ciudad, 
tu ciudad de cristal innumerable 
idéntica y distinta, cambiada por el tiempo: 
calles que desconozco y plaza antigua 
de pájaros poblada, 
la plaza en que una noche nos besamos. 

La misma calidad que tu expresión, 
al cabo de los años, 
esta noche al mirarme: 
la misma calidad que tu expresión 
y la expresión herida de tus labios. 

Amor que tiene calidad de vida, 
amor sin exigencias de futuro, 
presente del pasado, 
amor más poderoso que la vida: 
perdido y encontrado. 
Encontrado, perdido...


Jaime Gil de Biedma