EL SUDOR DE LA TIERRA.
se desliza por mi cuerpo desnudo 
hasta el vientre de la Tierra. 
Me abandono al cántico
de esta lluvia interna 
que vibra con la vida. 
Que resuena en el útero 
de barro fermentado.
Las voces de las piedras porosas 
destilando su calor milenario. 
Construyendo palabras que se escuchan 
en la oscuridad rítmica 
del lecho terrestre.
Y que hablan de los viajes que se elevan 
como tallos desde la verde haz del suelo. 
Que nos recorren de ojos cerrados, 
impulsándonos a beber todo este vapor materno.
Poros como pétalos destilan susurros 
en mi carne,
junto con los aromas secretos 
despertados por la húmedad,
el calor abraza,
cristalino mi Ser.
Me convierto en fuente sanadora.
Fotografía: Josef Koudelka

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